La reconocida actriz Susana Dosamantes se convirtió en una de las famosas más aclamadas de su época, además de su talento cautivó al público con su carisma y belleza.
Por Pilar del Castillo
Los Ángeles, 5 de julio (LaOpinión).- Luego de que el pasado sábado se anunciara el fallecimiento de la reconocida actriz Susana Dosamantes a los 74 años de edad, el público no pudo evitar recordar aquellas historias en las que participó y con las que conquistó el corazón de millones.
Y es que la mamá de Paulina Rubio no solo deleitó con sus actuaciones en proyectos a lado de artistas de la talla de Vicente Fernández y Pedro Armenáriz Jr., también se volvió todo un ícono de la belleza durante su época.
Susana Dosamantes debutó en las pantallas durante el año 1968 con la película Remolino de Pasiones, donde compartió créditos con Carlos Piñar.
A la par, la famosa inició su trayectoria en teatro y televisión, convirtiéndose rápidamente en una de las artistas más aclamadas de la industria, pues poseía una belleza que marcó tendencia.
Recordemos que durante su juventud, Dosamantes deslumbró con su torneada figura, larga cabellera oscura, mirada color miel, así como pómulos pronunciados y nariz respingada, atributos que la acompañaron durante varias décadas.
Esta belleza atrapó a varias luminarias del mundo del entretenimiento; no obstante, la actriz se derritió ante los encantos de Enrique Rubio González, con quien dio la bienvenida a sus hijos Enrique y Paulina Rubio.
De hecho, Susana se encargó de guiar a su hija dentro de la industria musical, donde debutó de la mano de otros pequeños dentro de la agrupación Timbiriche.